Reflexionemos en una idea equivocada pero, por desgracia, muy común: mucha gente cree que un mundo sin tiburones sería ideal. Imaginan nuestros océanos liberados de los «temibles depredadores» que suelen aparecer en las películas y el folclore. Pero, ¿qué pasaría si desapareciera uno de los habitantes más importantes del océano? Las consecuencias se propagarían por todas partes, afectando no sólo a los ecosistemas marinos, sino también a nuestras propias vidas.

Los antiguos guardianes del mar 

Los tiburones han rondado nuestros océanos durante más de 400 millones de años, incluso antes que los dinosaurios, con pruebas fósiles que se remontan al periodo Devónico. Desempeñan un papel indispensable en el mantenimiento de la salud y el equilibrio de los ecosistemas marinos, y su presencia es señal de un océano próspero. Sin ellas, la intrincada red de la vida marina se desharía, provocando consecuencias imprevistas y potencialmente devastadoras.

Equilibrio y diversidad ecológicos 

En ausencia de tiburones, el delicado equilibrio de la cadena alimentaria se vería alterado de numerosas maneras. Con más de 500 especies de tiburones de diferentes formas y tamaños, estos desempeñan diversas funciones en sus respectivos ecosistemas. Aunque a menudo se citan depredadores ápice como el tiburón tigre o el tiburón toro, no todos los tiburones ocupan la cima de la cadena alimentaria. Pensemos en los gigantes que se alimentan por filtración, como el tiburón peregrino y el tiburón ballena, en los más pequeños que se alimentan de crustáceos y en el tiburón crestado, que se alimenta de los huevos de otros tiburones. ¿Cómo serían nuestros océanos sin esta rica diversidad de especies de tiburones? ¿Por qué son tan importantes estos animales para la salud de nuestros océanos?

CC: Baalche Proyecto Azul

Regulación de las poblaciones marinas 

Las funciones descendentes de los depredadores ápice se han estudiado ampliamente entre los depredadores terrestres, y existen dinámicas similares en los ecosistemas marinos. En los ecosistemas donde se han perdido los depredadores ápice, las especies de presa suelen proliferar sin control, desencadenando efectos en cascada en todo el ecosistema. Los estudios indican que estos desequilibrios pueden reducir la biodiversidad y degradar hábitats cruciales como los arrecifes de coral. Las investigaciones subrayan el papel crucial de la depredación de los tiburones en la regulación de las poblaciones de presas, garantizando que ninguna especie domine y agote excesivamente los recursos. El papel regulador de los depredadores ápice va más allá de la dinámica inmediata depredador-presa e influye en la salud de ecosistemas enteros.

Implicaciones económicas 

Las economías costeras que dependen en gran medida de la pesca sufrirían profundamente la ausencia de tiburones. Las poblaciones sanas de especies depredadoras son indicadores de un suministro robusto de alimentos – como nos gusta decir, «muchos tiburones equivalen a un arrecife sano». Como depredadores ápice y mesopredadores dentro de una comunidad ecológica, los tiburones ayudan a regular las poblaciones de otros mesopredadores y especies herbívoras, evitando así efectos en cascada en toda la red alimentaria. Sin un equilibrio entre depredadores superiores, mesopredadores y herbívoros, los cambios en el suministro de alimentos podrían tener consecuencias indeseables para las especies de valor comercial. Esta alteración no sólo podría amenazar la seguridad alimentaria, sino también socavar los cimientos económicos de las comunidades dependientes de las industrias pesqueras en todo el mundo.

Uso sostenible de los recursos en los entornos costeros 

¿Sabías que algunas especies de tiburones desempeñan un papel crucial en la conservación de los ecosistemas, incluidos los arrecifes de coral y las praderas marinas, gracias a la hipótesis del «paisaje del miedo»? Esta teoría sugiere que los depredadores, en este caso los tiburones, asustan a los herbívoros, como las tortugas marinas, incitándolas a desplazarse entre diferentes praderas de pastos marinos en lugar de alimentarse continuamente en una misma zona. Este comportamiento ayuda a mantener la salud y la productividad de múltiples hábitats de praderas marinas y evita el sobrepastoreo en un solo lugar. Así pues, aunque en un principio los tiburones puedan asustar a las tortugas marinas, en última instancia su presencia favorece la biodiversidad y la resistencia de los ecosistemas al garantizar el uso sostenible de los recursos de praderas marinas en todos los entornos costeros.

Cambio climático y captura de carbono 

Además, el declive de los tiburones podría exacerbar el cambio climático al comprometer la capacidad del océano para secuestrar dióxido de carbono. Los hábitats marinos como los arrecifes de coral y las praderas marinas, que sirven como sumideros cruciales de carbono, dependen de la salud de los ecosistemas. Los arrecifes de coral proporcionan hábitats para una vida marina diversa y desempeñan un papel importante en la protección de las costas y los ingresos del turismo. Las praderas marinas, por su parte, absorben eficazmente el dióxido de carbono, almacenándolo en sus sedimentos a tasas comparables a las de los bosques terrestres. La pérdida o degradación de estos ecosistemas debido a la ausencia de tiburones reduciría su capacidad para mitigar los impactos del cambio climático, intensificando potencialmente las tendencias al calentamiento global y alterando la química de los océanos, lo que podría tener profundas consecuencias para la biodiversidad marina y el bienestar humano.

CC: Dr. Rachel Graham/MarAlliance

Garantizar la salud de los océanos protegiendo a los tiburones 

Comprender el papel fundamental que desempeñan los tiburones en nuestros océanos es primordial para su protección. Se calcula que cada año mueren unos 100 millones de tiburones a manos del hombre, principalmente debido a la sobrepesca para obtener carne y aletas. Su lento crecimiento y sus bajas tasas de reproducción los hacen vulnerables a una rápida disminución de su población. Suelen ser los primeros afectados por las prácticas insostenibles, la pérdida de hábitat, el cambio climático y las capturas accesorias. La aplicación de prácticas pesqueras sostenibles, el fomento de la diversificación de las economías a través del turismo sostenible, el establecimiento de Áreas Marinas Protegidas (AMP) eficaces y la sensibilización de la población son acciones esenciales que podemos llevar a cabo para mitigar estas amenazas y garantizar la supervivencia de los tiburones.

Imagínese de pie en una playa tranquila, contemplando el océano, un próspero ecosistema lleno de vida bajo su superficie. Los tiburones, que se deslizan por las aguas de nuestros mares, sirven de barómetro de la salud del océano. Proteger a estas increíbles y resistentes criaturas es fundamental no sólo para los mares, sino también para nuestra salud y el futuro de nuestras comunidades y nuestro planeta.

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