Aba» significa «uno» en la lengua emberá que hablan los habitantes de la remota provincia de Darién y los territorios indígenas del este de Panamá. Este fue el nombre que nuestro equipo de pescadores y el funcionario comunitario de MarAlliance, Hayro Cunampio, le dieron al primer pez sierra que capturaron y liberaron en mayo como parte de nuestro monitoreo continuo en el agua en esta región. Aba, un pez sierra macho de 130 cm de longitud (todavía es un juvenil, ya que esta especie no alcanza la madurez hasta los 3 m de longitud), es también el primer pez sierra capturado por un equipo de investigación en Centroamérica en más de 20 años. Estas rayas increíblemente raras, que en su día se encontraban a lo largo de ambas costas de Panamá y en las aguas costeras de la mayoría de los países tropicales del mundo, han desaparecido de todos los sitios, excepto de unos pocos, debido sobre todo a las capturas accidentales y dirigidas en la pesca. Mientras que los increíbles bosques tropicales del Darién son conocidos por ser uno de los últimos reductos del país para el raro jaguar y el águila arpía, ahora podemos incluir al pez sierra de dientes largos en esta lista de especies icónicas pero muy amenazadas que aún permanecen en la región.
Después de recoger varias mediciones, fotos y una muestra de tejido que se utilizará para los análisis genéticos, Aba fue cuidadosamente liberada de nuevo en las aguas de color marrón oscuro del río por nuestro emocionado equipo. Y esto no es un hecho aislado. Gracias en gran parte al trabajo sobre el terreno que Hayro ha estado realizando para desarrollar una red de pescadores en la región del Darién, hemos recibido información sobre otros seis peces sierra capturados desde diciembre de 2020. Lo que es más emocionante es que, mientras que estos pescadores anteriormente probablemente habrían conservado los peces sierra para consumir la carne y/o vender el rostrum forrado de dientes (que lamentablemente son deseados por los compradores para crear espuelas utilizadas en las peleas de gallos), ahora están recopilando datos valiosos que pueden ser utilizados para la conservación, y luego liberan estos peces sierra de nuevo en la naturaleza con vida. Nuestro trabajo continúa ahora con una combinación de divulgación y educación para concienciar sobre la importancia de la conservación del pez sierra y generar orgullo local para estos guardianes del río que quedan, así como con la creación de capacidades, la formación y la recopilación de datos con los pescadores y los estudiantes para que se recojan más datos no sólo sobre el pez sierra sino sobre las demás especies vulnerables que habitan las aguas del Darién.