Hay más de 500 especies conocidas de tiburones en nuestros océanos, todas ellas con una dentadura única y fascinante, especializada para satisfacer las necesidades de sus dietas y hábitos alimentarios únicos. Así que sí, los tiburones pueden identificarse por la forma de sus dientes, porque cada especie tiene características dentales distintas.
Curiosamente, una cosa que tienen en común todas las especies de tiburones es que sus dientes se sustituyen constantemente a lo largo de su vida: cuando a un tiburón se le cae un diente, un diente de una fila posterior avanza para sustituirlo. Esta cinta transportadora de dientes significa que los dientes dañados o desgastados no dificultan la capacidad de alimentación de los tiburones a medida que envejecen. Algunos tiburones pueden perder hasta 35.000 dientes a lo largo de su vida.
¿Sabía que los dientes de los tiburones son la única parte ósea de su cuerpo? Los tiburones pertenecen al grupo de los elasmobranquios, que incluye a las rayas. A diferencia de la mayoría de los peces, cuyo esqueleto es óseo, los elasmobranquios lo tienen cartilaginoso. El cartílago es un material flexible y duradero, más ligero que el hueso, que proporciona a los tiburones mayor flotabilidad y maniobrabilidad en el agua.
Sin embargo, los dientes de los tiburones están compuestos de dentina, un tejido calcificado más duro y denso que el cartílago, lo que los hace idóneos para su función alimentaria. La capa externa de los dientes está recubierta de una sustancia similar al esmalte, aún más dura, que ayuda a soportar el desgaste de la dieta.
El conjunto de dientes que aparece en la imagen superior es del tiburón nodriza (Ginglymostoma cirratum), que se alimenta principalmente de peces pequeños, rayas, moluscos y crustáceos. El principal método de captura del tiburón nodriza es la succión intensa en lugar de agarrar la presa con los dientes, por lo que tiene muchas filas de dientes pequeños que utiliza para agarrar la presa que ha succionado en la boca.
Estos blancos nacarados proceden del elegante y gentil gigante conocido como tiburón ballena (Rhincodon typus). A pesar de su naturaleza filtradora, el tiburón ballena posee hasta 3.000 dientes diminutos en la boca a la vez, cuya finalidad sigue siendo un misterio para los investigadores.
El conjunto de mandíbulas que aparece arriba es del tiburón de arrecife del Caribe (Carcharhinus perezii). Este tiburón se alimenta principalmente de peces de arrecife, cefalópodos, crustáceos y elasmobranquios más pequeños, como la raya amarilla y la raya águila. Como carnívoros oportunistas, los dientes del tiburón de arrecife son puntiagudos y dentados, lo que les permite agarrar fácilmente presas que se mueven con rapidez.
Los dientes de tiburón se encuentran entre los fósiles más comunes debido a su frecuente desprendimiento y a su composición duradera, que se conserva excepcionalmente bien durante millones de años. Algunos fósiles de dientes de tiburón tienen más de 400 millones de años, lo que proporciona información valiosa sobre la historia antigua de estas criaturas.
Estos fascinantes aspectos de los dientes de tiburón ponen de relieve las singulares adaptaciones que han permitido a los tiburones convertirse en depredadores altamente eficaces en los medios acuáticos. Desde su rápida sustitución hasta sus variadas formas y tamaños, los dientes de tiburón reflejan el extraordinario viaje evolutivo y el éxito ecológico de estos animales.
Es fundamental evitar la compra de dientes de tiburón, ya que contribuye directamente a la continua pesca y explotación de tiburones en todo el mundo. Los tiburones se enfrentan a numerosas amenazas, como la degradación de su hábitat, el cambio climático y la sobrepesca impulsada por la demanda de sus dientes, aletas y otros productos. Al abstenerse de comprar dientes de tiburón y promover su conservación, todos podemos ayudar a reducir la demanda que alimenta estas prácticas insostenibles.