A medida que el verano del hemisferio norte se adentra en el otoño, nos sentimos agradecidos por una temporada en la que el dinámico trabajo de campo ha estado en pleno apogeo. Completamos nuestras evaluaciones independientes de pesquerías a gran escala en varios lugares de Belice, en las Islas de la Bahía de Honduras y en el Parque Nacional Coiba de Panamá, para comprender mejor la abundancia, diversidad y distribución de los peces de gran tamaño en relación con las áreas protegidas y la gestión marina.
Ahora estamos en pleno análisis de los datos para obtener resultados a finales de año que apoyen los resultados de gestión y conservación en 2022. Llevamos ventaja en la consecución de este objetivo: una de nuestras asociaciones con pescadores, financiadores y autoridades se centra ahora en la elaboración de un plan de gestión pesquera para la península de Azuero, al este de Panamá, basado en nuestros años de recopilación de datos sobre pesquerías artesanales.
Y nuestro proyecto sobre peces y pesquerías de aguas profundas también sigue revelando secretos que ayudarán a orientar y centrar los esfuerzos de gestión en la región del Arrecife Mesoamericano. En una nueva aventura, nos estamos preparando para trabajar con pescadores, asociaciones de pescadores, gestores pesqueros y vendedores de pescado para mejorar el valor del pescado salvaje en Pohnpei, Micronesia, como medio de aumentar los ingresos y el apoyo a la gestión y conservación de las agregaciones de desove de peces. Tenemos grandes esperanzas de que muchas de las actividades y procesos socioeconómicos del proyecto sean aplicables a otros países y lugares del programa.
A pesar de la languidez que todos sentimos ante el espectro constante de Covid-19 y nuestra creciente preocupación por las repercusiones del cambio climático a escala mundial, y en concreto las repercusiones para los pescadores, las comunidades costeras y la fauna marina con la que trabajamos, hemos seguido adelante con aplomo. Seguimos implicando a los pescadores en la búsqueda de las mejores vías en nuestros países programáticos para fomentar la ciencia para la conservación de los tiburones y otra fauna marina de gran tamaño mediante el trabajo de campo, la educación y la formación que refuerzan los conocimientos, las habilidades, las voces y la apropiación de la conservación de la megafauna por parte de los socios. Mientras tanto, le invitamos a conocer en este boletín un pez críticamente amenazado que la mayoría de nosotros aún no ha conocido en persona, y una pesquería poco documentada que estamos estudiando en la zona crepuscular de los mares.
Como siempre, y junto con todo el equipo de MarAlliance, le agradecemos que cuide de nuestros mares y le damos las gracias de todo corazón por ser un aliado de la fauna marina, cada pequeña acción que emprende para apoyar y mejorar nuestros mares y nuestra fauna marca la diferencia. Muchas gracias.
Rachel Graham y el equipo de MarAlliance