Nos guste o no, el comercio internacional de productos derivados del tiburón y la raya es una industria mundial. Los países que planean exportar carne, aletas u otros productos de tiburón están obligados a cumplir las leyes internacionales destinadas a proteger las especies en peligro de extinción. En algunos casos, un país puede querer vender productos de una especie que está amenazada a escala global, pero que abunda y está bien gestionada en el país exportador. Aquí es donde interviene la CITES.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) es un tratado internacional para proteger las plantas y animales en peligro de extinción. Los Estados que aceptan adherirse voluntariamente a los acuerdos de la CITES se conocen como Partes. Todas las importaciones y exportaciones de especies cubiertas por la Convención CITES tienen que autorizarse mediante un sistema de licencias y la CITES es la única convención que supervisa la vida salvaje que tiene influencia y fuerza gubernamental, lo que significa que las Partes que incumplen las convenciones de la CITES están sujetas a sanciones de incumplimiento, como la suspensión del comercio.
Las especies que se rigen por la normativa CITES están listadas en uno de los tres apéndices. Las normas son más estrictas para las especies incluidas en el Apéndice I, que están amenazadas de extinción, como los peces sierra. Estas especies sólo se pueden intercambiar en circunstancias excepcionales, pero no se pueden comercializar. Las especies del Apéndice II no están necesariamente amenazadas de extinción en este momento, pero su comercio debe ser controlado y regulado para garantizar la supervivencia de la especie. Las especies del Apéndice III están protegidas al menos en un país, que ha solicitado ayuda a otras Partes para controlar su comercio.
Si una Parte desea exportar productos de una especie incluida en CITES, primero debe demostrar que la especie se obtuvo legalmente y que su comercio no perjudica la supervivencia de la especie. Incluso los científicos tienen que cumplir estas leyes, y deben obtener permisos de la CITES para exportar e importar muestras científicas tomadas de dichas especies.
Entonces, ¿Cómo demuestra un país o una Parte que una especie incluida en el Apéndice II o III de la CITES puede exportarse de forma sostenible? Con el apoyo de las autoridades CITES, la Parte cumplimenta un Dictamen de Extracción No Perjudicial (DENP). Los DENP ayudan a las Partes a consolidar toda la información sobre la biología, las amenazas, la gestión y el estado de la población de la especie para determinar si la exportación de los productos de la especie se ajusta a las normas de CITES y cumple los criterios para garantizar la persistencia de la especie. En el pasado, esto se realizaba manualmente con montones de burocracia y manuales de referencia, y a menudo era una experiencia larga y agotadora. En 2019, con el apoyo del gobierno alemán, MarAlliance permitió agilizar el proceso creando una plantilla automatizada que los propios usuarios podían modificar. Los compañeros de Blue Resources Trust, una ONG con sede en Sri Lanka, se basaron en la plantilla para crear una herramienta en línea fácil de usar, que redujera el tiempo necesario para cumplimentar un DENP. La plantilla está adaptada específicamente a los tiburones y rayas y a sus historiales biológicos particulares, y ya ha sido adoptada y aplicada con éxito por varios países.
Una noticia emocionante es que Belice realizó su primer DENP para tiburones la semana pasada, y se tuvieron en cuenta tres especies: el tiburón martillo gigante (cornuda gigante), el tiburón martillo (cornuda) común o cachona y el tiburón jaquetón o sedoso (todos ellos del Apéndice II). Un equipo de gestores de industrias pesqueras y zonas marinas protegidas, autoridades CITES y científicos colaboraron para determinar si el tiburón martillo (cornuda) y el tiburón sedoso que capturan los pescadores en Belice pueden exportarse de forma sostenible. Como miembros fundadores del Grupo de Trabajo Nacional sobre Tiburones de Belice, proponentes de los DENP hace más de una década y cocreadores de la herramienta e-DENP, nos entusiasmó ayudar a dirigir este proceso, que situará a Belice en una buena posición para la reunión de la Conferencia de las Partes de la CITES prevista para noviembre de 2022 en Panamá.
Con la nueva normativa que prohíbe las redes de enmalle y la ampliación de las zonas de protección para los tiburones en los tres atolones de Belice y sus alrededores, se espera que disminuyan las capturas accidentales de tiburones, especialmente de el tiburón martillo (cornuda). Al emprender el proceso del DENP, Belice se está preparando para garantizar aún más la sostenibilidad y, con suerte, la recuperación de la vida salvaje de los tiburones en sus aguas territoriales. Estamos deseando compartir los resultados del DENP en los próximos meses, y nos entusiasma trabajar con nuestros compañeros para lograr un resultado que contribuya a la recuperación de las poblaciones de estas especies emblemáticas para las generaciones venideras.