Estos ecosistemas sostienen una biodiversidad extraordinaria y proveen servicios ecosistémicos críticos que sustentan tanto la vida marina como la terrestre. Los manglares protegen las costas de la erosión, filtran el agua, ofrecen sitios de anidación y descanso para aves y, lo más importante, actúan como viveros para crías y peces juveniles.

Si bien su valor ecológico global es ampliamente reconocido, los datos científicos detallados sobre el papel de los manglares en Belice han sido hasta ahora limitados. Para llenar este vacío, lanzamos el proyecto Mangrove Habitat for Juvenile Fish Recruitment (MHJFR), con el apoyo del Alto Comisionado Británico en Belice. El proyecto combina ciencia, conocimiento comunitario y tecnología para generar información que oriente decisiones de conservación más efectivas. De esta manera, Belice establecerá información de referencia esencial sobre el papel que desempeñan los manglares en el reclutamiento de peces juveniles.
Primero lo primero: ¿qué es exactamente un “recluta” y por qué importa?
En la ciencia pesquera, un “recluta” es un pez que sobrevive a sus primeras etapas y se incorpora a una población, ya sea asentándose en hábitats juveniles, uniéndose a poblaciones aptas para la pesca o madurando hasta convertirse en adulto reproductor. Los manglares funcionan como viveros naturales, proporcionando refugio frente a depredadores, condiciones estables y acceso a alimento.
El reclutamiento es una medida clave de la salud de los ecosistemas y de la sostenibilidad pesquera. Altas tasas de reclutamiento indican que los hábitats proveen el alimento, el refugio y la estabilidad que los peces jóvenes necesitan para prosperar. Al servir como viveros, los manglares aumentan significativamente las posibilidades de supervivencia de los reclutas, lo que fortalece tanto la conservación de la biodiversidad como la productividad de las pesquerías costeras.

Estableciendo una nueva línea base
El proyecto MHJFR está recopilando datos en tres sitios clave: Parque Nacional Bacalar Chico, Placencia y Punta Gorda, seleccionados por sus variados entornos estuarinos y por el papel esencial que desempeñan en la crianza de peces durante sus primeras etapas de vida. Al estudiar tanto manglares maduros como en regeneración, el proyecto está generando datos de alta resolución sobre abundancia y diversidad de peces.
Estamos desarrollando nuevas metodologías para monitorear la biodiversidad bajo las raíces en entornos acuáticos. Los datos recopilados establecerán información de referencia fundamental sobre el papel de los manglares en el reclutamiento de peces juveniles. Sobre esta base, también estamos creando métodos de recolección de datos replicables que permitan medir con precisión la capacidad de reclutamiento de los ecosistemas de manglares, aumentando así el valor reconocido de sus servicios ecosistémicos.
Para captar la complejidad del reclutamiento de peces, el proyecto combina herramientas modernas con experiencia local:
- ADN ambiental (eDNA): Siguiendo un protocolo del Smithsonian, se recolectaron muestras de agua para detectar especies a través de trazas genéticas, identificando incluso peces elusivos o transitorios.
- Redes tipo fyke: Implementadas para capturar peces de cuerpo pequeño que suelen pasarse por alto con otros métodos, aportando información sobre las primeras etapas de vida.
- Video submarino remoto (RUV): Ofreció observaciones no intrusivas del comportamiento y la abundancia de peces dentro de los manglares.
- Audiomoths: Dispositivos acústicos que registraron el paisaje sonoro de los manglares, incluidas las vocalizaciones de peces que producen sonidos.


Al integrar estos métodos, los investigadores están construyendo una visión clara y multidimensional de cómo los manglares funcionan como viveros. Estos enfoques también generan protocolos estandarizados que podrán aplicarse en futuros esfuerzos de conservación y monitoreo.
Ciencia con la comunidad en el centro
En colaboración con organizaciones locales como la Sarteneja Alliance for Conservation and Development (SACD), el Toledo Institute for Development and Environment (TIDE), la Southern Environmental Association (SEA), el Instituto de Investigación Ambiental de la Universidad de Belice (UB ERI), comunidades costeras, investigadores comunitarios y actores clave, estamos fortaleciendo capacidades locales y fomentando la gestión a largo plazo.
Estas alianzas no solo refuerzan la conservación sobre el terreno, sino que también ayudan a dar forma a políticas nacionales que apoyan la pesca sostenible y la resiliencia costera. Al incorporar el conocimiento tradicional local, se establecieron protocolos de reclutamiento de peces juveniles en nuestros sitios de estudio.

Proteger manglares, proteger el futuro
A medida que el cambio climático se intensifica, proteger los manglares de Belice nunca ha sido más urgente. Estos bosques costeros vitales resguardan la biodiversidad, sostienen las pesquerías y refuerzan la resiliencia costera. Este proyecto demuestra cómo la ciencia, la tecnología y la acción comunitaria pueden unirse para proteger uno de los ecosistemas más valiosos del planeta, porque al salvaguardar los manglares estamos asegurando el futuro de la vida costera en Belice.