Nuestro nuevo proyecto de investigación y conservación de arrecifes de coral en la comarca de Guna Yala, Panamá, se destaca no solo por su enfoque científico, sino por integrar y motivar la participación activa de jóvenes investigadoras guna.
Ellas no solo han recibido formación científica en el campo de la conservación marina, sino que han asumido roles de liderazgo en un ámbito donde las mujeres tradicionalmente han tenido un acceso limitado. A través de esta iniciativa, el proyecto busca empoderar a las mujeres guna en campos como la biología marina y las ciencias ambientales, promoviendo una mayor equidad de género y ofreciendo oportunidades para que ellas también sean guardianas activas de los ecosistemas marinos.
Este proyecto de conservación, que cuenta con el apoyo de SENACYT Panamá y la participación activa del brazo científico del Congreso Guna, IIDKY (Instituto de Investigaciones y Desarrollo de Kuna Yala), junto con MiAmbiente Panamá, no solo genera datos científicos cruciales sobre la salud de los arrecifes de coral, sino que también aporta una perspectiva enriquecedora al fusionar el conocimiento académico con la sabiduría ancestral guna. Al incluir a las comunidades en cada fase de la investigación, el proyecto promueve un sentido de responsabilidad compartida hacia la conservación de los recursos naturales. Así, esta colaboración busca desarrollar soluciones de conservación viables y culturalmente significativas, que garanticen la preservación de estos ecosistemas marinos para las futuras generaciones.
Entrevista con Susania Ávila: Una Mirada Juvenil y Guna sobre la Conservación Marina
¿Qué fue lo que despertó en ti el interés por el medio ambiente?
Desde pequeña, he estado rodeada de la belleza natural que ofrece mi hogar, lo que ha influido en mi deseo de proteger y entender nuestro entorno. Esta conexión con el entorno es lo que me impulsó a estudiar Biología Marina y Limnología en la Universidad de Panamá. Quería entender y proteger mejor el mundo natural que nos rodea, especialmente el mar, que es tan importante para nosotros los gunas.
¿Cómo ha sido tu experiencia colaborando en este proyecto?
He tenido la oportunidad de colaborar con MarAlliance como investigadora, donde me enfoqué en el estudio de los peces en los arrecifes de coral. Me encargué de identificar y medir las diferentes especies de peces, así como de evaluar el relieve de los corales. Una de las experiencias más gratificantes ha sido dar charlas a los niños sobre la importancia de cuidar los manglares, ya que creo firmemente que la educación es fundamental para la conservación.
¿Cuál es el nivel de acceso que tienen las mujeres guna a capacitaciones e iniciativas de investigación en tu comunidad?
Antes, a nosotras las mujeres no se nos tomaba en consideración. Cuando nos enseñaban, solo nos enseñaban algunas cosas porque se decía que las mujeres debían quedarse en casa para cuidar a los hijos. Sin embargo, hoy en día estamos viendo un cambio: se les está enseñando a las mujeres que deben ir a la escuela, que no deben quedarse en casa y que deben trabajar. Ahora, cuando vienen personas a nuestra comunidad, pueden hablar con las mujeres y niñas sobre el cuidado del mar, y nos están enseñando cómo debemos protegerlo. Este cambio es muy positivo y alentador.
¿Qué significa el mar para la comunidad guna?
Nosotros, los gunas, cuidamos mucho del mar porque nos proporciona alimento. Si tenemos hambre, vamos al mar a pescar, y ese es el sustento que llevamos a nuestros hogares. También recuerdo que nuestros abuelos nos enseñaban que debemos cuidar del mar, ya que para nosotros es como una abuela, y por eso tenemos la responsabilidad de protegerla.
¿Cómo percibe la comunidad guna la conservación de los recursos marinos en la actualidad?
Antes, no se nos hablaba sobre la importancia de cuidar el mar, sobre no tirar basura en él o evitar acciones que lo dañaran. Hoy en día, hay una mayor difusión acerca de la conservación marina, y se nos enseña que no debemos botar basura porque, si lo hacemos, podríamos quedarnos sin peces y sin corales. Además, personas vienen a nuestras casas a darnos charlas sobre el mar y a explicarnos cómo estos hábitos dañan toda la biodiversidad marina. Si seguimos contaminando, perderemos no solo el sustento que nos da el mar, sino también nuestro hogar, ya que dependemos de él para alimentarnos.